lunes, 11 de noviembre de 2013

Casas, Cármenes y Casas Moriscas

   Casa de los Vargas del siglo XVI en la calle Horno de Marina, antiguamente llamado de los Salazar.

Ubicado en el casco histórico, próximo a la Catedral, la Casa de los Vargas es una casa palaciega del siglo XVI. Gran portada acceso a un hall, patio columnado. Distintas plantas comunicadas mediante escalera con cúpula. Patio posterior ajardinado con edificaciones. Sótano, planta baja, entreplanta, planta superior con varias habitaciones y salas con ricos artesonados. Torreón y al lado un ala añadida con un escudo nobiliario.

En la calle Horno de la Marina nos encontramos con la casa de los Vargas, que sigue los cánones de la arquitectura granadina palaciega de mediados del siglo XVI, un poderoso edificio centrado por un patio con fuente de mármol y rodeado por cenadores  o pórticos con una huerta-jardín en su parte posterior. De su interior destacan elementos como la cúpula de su escalera principal, con decoración barroca  y el artesonado polícromado de su sala principal.

La fachada, de fábrica de ladrillo, resenta tres cuerpos, siendo el último un enorme mirador formado por una galería de arcos de medio punto bajo un hermoso alero de ladrillo. La portada del segundo cuarto del siglo XVII presenta un arco carpanel con dovelas almohadilladas soportado por pilastras cajeadas, sobre ella descansan dos escudos y los tornapuntas de un balcón; también en este segundo cuerpo podemos observar dos buenos ejemplos de la forja granadina en sus rejas. 

En la parte trasera existe una huerta-jardín en la que crecen varios tipos de árboles alrededor de una fuente.

Casa de Vargas
Portada del siglo XVII,
en los extremos hay dos escudos





     
Casa del Monte de Piedad de Santa Rita de Casia
En el año 1734, el Padre Agustino Recoleto Isidro Antonio Sánchez Jiménez funda una Congregación religiosa que aprovecha parte del Palacio de la familia Valderrábano para dar culto a Santa Rita, por la que él tenía gran devoción. Desde entonces se establece una actuación benéfica, un montepío de ayuda a los necesitados, es el origen de la institución bancaria más antigua de España, la granadina. Será el 8 de abril de 1741 cuando se funde el Monte de Piedad de Granada, llamado a ser primera entidad ahorrista o establecimiento bancario que naciera en la Nación, bajo el nombre de Monte de Piedad de Santa Rita, y luego, Monte de Piedad de Granada. El Banco de San Carlos de Madrid origen del actual Banco de España, fue creado el 2 de junio de 1792.

Antes que el de Granada hubo otros “Montepíos” regios o de iniciativa religiosa en España, aunque en el momento en que el fraile agustino fundó el granadino en 1734, éstos ya no existían, por lo que pasa a ser el más longevo y el inicio de una Caja de Ahorros que, al seguir su actividad, es la heredera de la institución de estas características más antigua de España.

El 20 junio de 1763 el Rey Carlos III otorga una Cédula que permitirá depositar los caudales y bienes de todo el Reino de Granada, así como los bienes materiales de la Real Chancillería en la sede del Monte de Piedad de Granada, actuando entonces como un banco para toda Andalucía Oriental. Y el 1 de septiembre de 1763, es tal el incremento de transacciones y clientes que tiene, que hay que reformar los Estatutos, pasando de ser un organismo centrado en la caridad (o al menos en su origen), a actuar como la institución bancaria más fuerte e importante de la época.

Con el reinado de Isabel II nacerían las Cajas de Ahorros, la granadina, convertida en Caja de Ahorros el 22 de mayo de 1839 (festividad de Santa Rita), venía de la conversión a Caja del Monte de Piedad fundado en 1738, 101 años antes.

Gallego Burín en su Guía, define este edificio como “flanqueado por dos torres, teniendo bajo estas, en la planta inferior, portadas de piedra de Sierra Elvira, una de las cuales daba acceso a un oratorio –ya desaparecido- dedicado a Santa Rita”

 Antigua Casa del Monte de Piedad de Santa Rita de Casia
en la Carrera del Darro

   

En el año 1893 la Entidad se traslada a la Calle San Matías, a un soberbio palacete barroco donde estuvo la sede ahorrista hasta 1945. Es un lujoso edificio que engloba, entre otras funciones, las de actual Instituto Andaluz de la Mujer-Centro de la Mujer- de la Junta de Andalucía y la Sede del Consejo Escolar de Andalcía y antiguo Consejo Consultivo de la Junta.

Una muestra notable de la arquitectura granadina del siglo XVIII, que en 1893 se instaló aquí el Monte de Piedad de Santa Rita da Casia, precursora de la actual Caja General de Ahorros de Granada.

Se trata de un palacete urbano bien ajustado a la tipología habitual de casa–patio señorial, dotada de una exquisita fachada clasicista y simétrica (si no fuera por el cierre que hay en el piso superior) de tres alturas, magníficamente estructurada en pilastras y frontones triangulares que culminan las ventanas del primer piso y excelente portada tallada en piedra que abarca el balcón principal.
La fachada principal de la edificación es de lo más representativa. Testimonio del primitivo orden palaciego de la finca son los hierros de forja, carpintería de cuarterones tallada, artesonados, etc. La misma puerta principal, en madera noble con clavos de bronce, confirma la calidad de vida de los señoriales propietarios.

La casa fue en su día modelo de las casonas señoriales que, durante más de dos siglos, abundaron en este sector de la ciudad, ocupado con gente de alcurnia. Esta conserva aún su zaguán, su gran patio -actualmente transformado- al que se abrían las habitaciones secundarias, mientras que las principales lo hacían a la calle. La última planta era la destinada a los servicios y criados.

En el interior hay un amplio patio, con ocho columnas corintias en mármol y galería superior con elementos originales de interés.
 Antigua Casa del Monte de Piedad de Santa Rita de Casia
en la Calle San Matías
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Patio interior





   Casa del Gran Capitán, se encuentra en la plaza de San Juan de la Cruz en la calle San Matías. 

El Gran Capitán se llamaba Don Gonzalo Fernández de Córdoba, héroe de la Guerra de Granada y “glorioso vencedor de moros, franceses y turcos”, como reza la inscripción moderna. Es la casa en la que vivió y murió el Gran Capitán. En su fachada se puede observar, además de una lápida conmemorativa, un bellísimo retablillo barroco que representa a la Sagrada Familia, en el taller de carpintería de San José. Una estampa imaginera inédita en la iconografía cristiana.

El Convento de Carmelitas Descalzas de San José está edificado sobre la Casa del Gran Capitán. de quien dice la tradición que vivió y murió en 1515 en lo que hoy es el coro bajo del Convento, inaugurado en 1629.

Esta comunidad de religiosas cuenta con una gran historia en Granada, siendo fundado el convento a finales del XVI. Para ello, se les concedió la casa en que vivió y murió el Gran Capitán. Así lo recuerda una gran lápida que queda en el muro del convento y que dice así:




"En esta casa vivió y en ella murió, el 2 de diciembre de 1515, el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Aguilar y de Córdoba, Duque de Sesa, Terranova y Santángelo, héroe cristiano, glorioso vencedor de moros, franceses y turcos, a cuya ilustre memoria la Comisión de Monumentos históricos de la provincia de Granada erigió esta inscripción. 
Año de 1874".

                                     

Casa del Padre Suárez, lugar de nacimiento del filósofo y teólogo granadino. situada junto a la Casa de los Tiros, es una construcción de la primera mitad del siglo XVI. A partir de 1966 albergó los archivos de la Real Chancillería de Granada y el Histórico Provincial, función que aún hoy desempeña y para la cual se remodeló su interior puesto que debía acoger más de nueve kilómetros de estantes con antiquísimos legajos, con una valiosa documentación relacionada con los mariscos y con la Inquisición. Actualmente están gestionados por el Ministerio y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Esta casa señorial aparece dispuesta al exterior mediante una fachada hoy muy remodelada por la característica composición de tres alturas con sencillos vanos rectangulares dispuestos regularmente más dos torres en sus extremos, de las que sólo la instalada en la esquina derecha es original de su época de construcción (con tres arcos de medio punto, pilastras y alero de canes, todo de ladrillo, se dispone sobre un ventanuco cuadrado que se decora con puntas de diamante y una cabeza animal en su centro) mientras que la del lado izquierdo es moderna.

En ella se conserva una portada original pero descentrada al ubicarse bajo la torre derecha, decorada con elementos renacentistas y consistente en un hueco adintelado enmarcado por pilastras clasicistas de capiteles jónicos muy decorados, sobre la que figura un balcón principal de hierro forjado y también apilastrado con capiteles corintios y flanqueado por grandes ménsulas vegetales.

Este inmueble ha sufrido muchas reformas a lo largo de su vida. El cuerpo superior de ladrillo, con tres vanos de medio punto en cada lado, es una adición del siglo XX. De sus elementos originales, del siglo XVI, sólo se conservan una torre (lateral derecha, muy restaurada) y la portada principal, decorada con elementos renacentistas, como unas pilastras clasicistas de orden jónico. Sobre la puerta se abre un balcón de hierro con capiteles corintios, abrazado por ménsulas vegetales.

A través de su puerta se ingresa en un gran zaguán cubierto con un sólido alfarje y por el que se entra al patio, situado a la izquierda, abierto en sus cuatro lados por arcos de medio punto que apoyan sobre columnas toscanas, y alrededor del cual se organiza todo el interior. Aparece aquí dentro toda la heráldica de la familia.


En la fachada hay una inscripción en una lápida de mármol que dice:

”En esta casa nació el dia 4 de enero de MDXLVIII el V. P. Francisco Suarez insigne comentador de Aristóteles y de Santo Tomás, clarísimo filósofo, teólogo profundo, jurisconsulto notable, defensor tan elocuente de la fe católica que mereció ser llamado por la Santa Sede “Doctor eximio”, gloria de la iglesia, ilustre de la Compañía de Jesús, honor de España y uno de los más esclarecidos hijos de esta ciudad. El Excmo. Ayuntamiento acordó la dedicación de esta lápida a tan preclario granadino. 1896”


        
      Portada de la Casa del Padre Suárez
      
    Casa del Padre Suárez

  














 



Casa de los Tiros, edificio renacentista que actualmente acoge el Museo de Artes y Costumbres Populares.

Es un palacio construido en el siglo XVI en la muralla, con bella fachada adornada de mosquetones acompañados del lema "El corazón manda". Recibe su nombre de las piezas de , que asoman entre las almenas que rematan su fachada. La peculiar fachada presenta una constelación de esculturas de cuerpo entero, apoyadas sobre pedestales.

A través de una sencilla portada adintelada, con puerta de madera claveteada, se accede a la planta baja tras cruzar un zaguán cubierto por un bello alfarje de grandes vigas sobre zapatas de madera. En los tableros se representan pictóricamente combates de criaturas fabulosas (como leones y  unicornios). Una escalera a la derecha del patio porticado de forma rectangular, conduce a la planta superior, en donde destaca la famosa Sala de la Cuadra Dorada (o Cuarto Dorado, salón principal o noble, Todo el techo está lleno de personajes ilustres: Garcilaso de la Vega, el Gran Capitán…) por su decoración y sus puertas platerescas y donde hay un bello artesonado policromado.
  

 
Casa de los Tiros
La Cuadra Dorada o el Cuarto Dorado


Casa de los Girones, (de donde le viene el nombre a la plaza, aunque su entrada la tiene por la Calle Ancha de Santo Domingo).

Es un palacete almohade del siglo XIII que ha conservado algunas estancias originales. Es de lo poco que queda de la arquitectura residencial granadina de esa época. Conserva algo de su patio original y el salón principal decorados con unos estucos más antiguos que los de la Alhambra. 

La portada al salón tiene unas ventanitas con celosias para tamizar la luz y airear el salón cuando se cerraba la puerta, en la celosia central hay escritos textos y lacería. Por la parte inetrior es más sencilla.

El inmueble original fue una rábita u oratorio almohade que, en 1290, el emir Muhammad II transformó en residencia aristocrática. La casa fue luego, a finales del siglo XV, incluida en un palacio-almunia, patrimonio de una hermana de Boabdil el Chico, último emir nazarí de Granada.

La importancia de la Casa de los Girones radica en su singularidad histórica y artística: se trata del ejemplo de arquitectura doméstica musulmana más antiguo conservado en Granada, pues conserva todavía algunos de sus elementos originales árabes, como inscripciones caligráficas de yeso, zócalos esmaltados, restos cromáticos del siglo XIII temprano, arcos y vanos nazaríes, etc., todos ellos de un elevado interés, pues guardan relación temporal y estética con las construcciones almohades.

En el patio interior de la Casa Árabe de los Girones se conservan algunas columnas árabes así como la alberca, también de origen árabe. También un pilar realizado en piedra de Sierra Elvira, colocado en el año 1598, una de las muchas reformas que ha sufrido el edificio hasta nuestros días.

El edificio fue levantado sobre un palacio árabe anterior, del que queda una sala baja a la que se accede por un arco de medio punto peraltado, decorado en las jambas con azulejos policromados.

Hoy acoge en su seno la Dirección Provincial del Instituto Andaluz de la Juventud.

         
   Casa de los Girones
Patio con alberca árabe y pilar de 1598


En el patio está la portada del salón principal,
con lacería
Detalle de la portada del salón por el interior
  





Casa del Arte de la Seda y antiguo hospital, era el centro asistencial para los oficiales de tan importante gremio, base económica del Realejo de los siglos  XVI y XVII. 

En 1511, se creó en Granada la Casa del Arte de la Seda que tenía su sede en la calle Cobertizo de Santo Domingo. Su misión era medir, pesar y certificar con su sello la calidad de las sedas. A mediados del siglo XVI se labraba tanta seda en Granada y su reino que casi toda la gente vivía de los más de 300 tornos que había; y un siglo después funcionaban unos 3.000 telares que producían sobre todo rasos, felpas y brocados.

                                     


Casa-Molino de Ángel Ganivet: El inmueble tiene su origen en un molino de época árabe del que se conservan cinco bóvedas de piedra. Bajo éstas pasa la acequia Gorda del Genil, construida por Ahmed ben Jalaf en el año 1073, elemento que posibilitó la aparición de huertas, molinos y quintas de recreo.

El edificio corre paralelo a la citada acequia, que desde época árabe ha estado jalonada por molinos harineros y molinos de papel, algunos de los cuales todavía, en la zona del Realejo, se conservan como testimonio de un modo de vida fuertemente arraigado.

Momento importante en la historia de este inmueble es el relacionado con el escritor Ángel Ganivet. En él habitó desde 1875 hasta su traslado a Madrid a finales de la década de los ochenta. La historia de la Casa-Molino también resulta de interés, desde el punto de vista etnológico, por la estrecha relación del inmueble y el oficio de molinero, ejercido por los familiares y antepasados de Ángel Ganivet desde el siglo XVIII.

El escritor participó en las tareas del molino hasta los catorce años (1879), momento en que ingresa en el Instituto. Se trata además, de un oficio desaparecido en Granada en los años treinta del siglo XX, que en el inmueble ha venido desarrollándose hasta 1925, lo que hace aún más valioso cualquier testimonio que se conserve.

El edificio, que actualmente se denomina Casa-Molino de Ángel Ganivet, es producto de una profunda rehabilitación llevada a cabo en 1995. En ella se ha respetado la estructura de la fachada decimonónica y la base del antiguo molino árabe, sobre la que se asienta el módulo construido perpendicular a la fachada. Esta base consta de cinco bóvedas de medio cañón edificadas en piedra.

La fachada, situada en la Cuesta de los Molinos, se organiza mediante vanos regularmente dispuestos. En ella, sobre el antiguo núm. 14 de la casa, se levanta un busto, orlado, de Ángel Ganivet, con placa conmemorativa realizada en 1900, obra del escultor Loyzaga, así como también, una placa de cerámica, puesta por el Ayuntamiento en 1965, fecha en que se acometen obras de mejora en el inmueble.

Dicha placa dice: 

“En esta casa vivió el malogrado escritor granadino Ángel Ganivet García Cónsul de España en Riga. Donde murió el 28 de noviembre de 1898. El Excmo. Ayuntamiento de Granada le dedica este recuerdo.MCM.”

El interior del edificio se encuentra muy reformado y adaptado a las necesidades de la institución que acoge, el Centro de Estudios Etnológicos Ángel Ganivet. Ocupa dos crujías, una paralela a la línea de fachada y otra perpendicular a ésta que suplanta al espacio ocupado, en su momento, por el molino. El ingreso a la planta baja se realiza a través de un zaguán, con pilar y pavimento construido con piedras de Sierra Elvira. Este recinto hace función de distribuidor, dando acceso a tres dependencias: sala de exposiciones, sala de conferencias y almacén.

La escalera situada en el zaguán, conecta con la primeraplanta en la que se encuentran la biblioteca, la sala de reuniones y oficinas. Una segunda escalera parte desde la biblioteca y da acceso al patio y al jardín, dicho patio se encuentra sobrela citada acequia y delimita con otro molino denominado del Marqués, conformando ambos un espacio pintoresco. El jardín se extiende paralelo a la acequia Gorda y comunica con el edificio a través de un puente de nueva construcción.

El pilar que está en la calle es de piedra, con la pila un poco abombada y en el frontal sólo un caño que sale de la boca de un mascarón. Está adosado a la pared encalada  y enmarcado por unas  columnas imaginarias y frontón triangular con una cornisa.

En la pared de la Casa aparece este relieve de su rostro y una inscripción que no se puede leer. Y en otra pared hay un rótulo que dice:

"En el año de 1965 se hizo esta obra, en ocasión del centenario de Ángel Ganivet, que vivió en esta calle, y como homenaje del Ayuntamiento de la ciudad a tan ilustre hijo".

Casa-molino de Ángel Ganivet
Relieve en la fachada
  
Casa de los Pisa, Museo de San Juan de Dios. Edificio del S. XVI. Destacable portada gótica y patio.

La Casa de los Pisa, donde se encuentra el Museo de San Juan de Dios, fue construida por la familia Pisa en el siglo XV, poco después de que los Reyes Católicos tomaran la ciudad. Era una familia adinerada y con cargos importantes en aquella época.

Aun así, la familia se hace famosa por acoger a San Juan de Dios en su casa para curarlo de su enfermedad. El santo no se recuperó de la neumonía que sufría y murió el 8 de marzo de 1550. El inmueble quedó sacralizado por el acontecimiento.

En el siglo XIX, el edificio fue adquirido por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, considerándolo uno de los elementos más importantes de su patrimonio.

El Museo de San Juan de Dios tiene doce salas, tres galerías, un precioso patio y una capilla. El museo tiene gran cantidad de pinturas, piezas de orfebrería, muebles, porcelanas y toda la iconografía de San Juan de Dios.

El Museo de San Juan de Dios está considerado como una valiosa pieza de la historia y es el más importante en su género en toda Andalucía. El archivo del museo contiene importante documentación sobre la gestión de los hospitales.

La Casa de Los Pisa (lugar donde, en 1550, muriera San Juan de Dios) está dedicada al estudio y difusión de la obra de este Santo, acogiendo más de 3000 piezas, entre las que se exhiben sus objetos personales.

Del extenso patrimonio artístico propiedad de la Orden Hospitalaria se conservan y exponen importantes colecciones de procedencia fundamentalmente española.

Cabe destacar los marfiles (crucifijos y vírgenes), Niños Jesús de los siglos XV al XVIII, pinturas de la escuela hispano-flamenca del siglo XVI, orfebrería, porcelanas y ornamentos sagrados de gran calidad artística, que los hermanos de la Orden han ido recopilando con los años.

Portada de la Casa de los Pisa
Patio de empedrado granadino con fuente
e imagen de San Juan de Dios
  


Casa Mariana Pineda del Siglo XVII. Hoy acoge el Hotel Palacio Mariana Pineda.

Fue la vivienda familiar de dicha heroína nacida el 1 de septiembre de 1804. Conserva un magnífico patio central en el que destaca un maravilloso pilar con escudo original de dicha época, se supone su parte inferior obra de Diego de Siloé (S.XVI) y la superior del año 1644 construido por la familia nobiliaria de los Pisa. Desde el luminoso patio principal se accede a los distintos salones originales y a las cinco dependencias, la mayoría de ellas con espectaculares vistas a la Alhambra y al emblemático Río Darro. Con el citado Patio central se comunica la impresionante Bodega en ladrillo visto donde se conserva un antiquísimo pozo, que recogía las aguas del Río Darro.

En su fachada hay una placa que reza lo siguiente:

“En recuerdo de Doña Mariana de Pineda que murió en defensa de la libertad. El Excmo. Ayuntamiento de Granada le dedica este homenaje en su casa familiar, con motivo del bicentenario de su nacimiento, que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1804. Granada 1 de septiembre de 2004″.

Fachada de la Casa de Mariana Pineda
Portada de la Casa con escudo
       

   
                                                  Patio central con pilar del siglo XVI-XVII

También está la Casa en la calle Águila nº 19, en ella hay una habitación tipo museo dedicada a la heroína. Hoy acoge un Centro Europeo de las Mujeres de la Junta de Andalucía.

Esta casa fue escenario de reuniones clandestinas, conspiraciones, refugio de perseguidos, de políticos liberales granadinos, en defensa de sus libertades, contra el implacable absolutismo borbónico. Lugar de encuentros clandestinos donde contaban con la complicidad militante de la dueña de la casa. En los años veinte del siglo XIX era un lugar estratégico, por sus lindes con la vega, propicia para acoger la llegada o huida en el albur de algún registro intempestivo de la policía de Ramón Pedrosa, determinante desde su atalaya de alcalde del Crimen de la Real Chancillería de Granada, desde 1825. 

En la vivienda de Mariana de Pineda aprehendieron la bandera el 13 de marzo de 1831, airón de un proyectado alzamiento contra Fernando VII.

                                    

Casa del Capitel Nazarí. Está ubicado en un antiguo palacete renacentista construido en el 1503. Rodeados por dinteles y columnas toscanas, capiteles corintios, bigas arábigas de cromo, un techo de madera decorado en estilo renacentista y dos columnas romanas, pero sobre todo esto destaca un hermoso capitel Nazarí tallado en alabastro, considerado como una pieza arquitectónica única en el mundo y al que debe su nombre el hotel.

Sobre las columnas se apoyan vigas de madera originales del siglo XVI que sustentan las plantas primera y segunda.

Tiene un típico patio andaluz con el suelo empedrado y galerías de madera oscura y una pileta.

La rehabilitación de este hotel se ha llevado a cabo cuidando con mimo los materiales originales para conservar el ambiente original del S. XVI.

El hotel Casa del Capitel Nazarí ha sido el único de Granada galardonado con el “Premio al Prestigio turístico 2006” otorgado por el Ayuntamiento de Granada a petición de la Federación de Hostelería de Granada.


                 


Casa de los Migueletes, también convertido en hotel, llamado Hotel Casa 1800.  Siglos XVI-XVII. Mudéjar. Manierismo. Barroco.

Edificio de finales del siglo XVI, con reformas posteriores, cuyo nombre hace referencia a su pasado uso como cuartel de milicia. Una sencilla portada de sillar rústico almohadillado da paso a un largo zaguán, interrumpido por un pequeño patio, que permite acceder al patio principal, porticado en dos de sus lados. En éste destacan las zapatas de acanto sostenidas por columnas toscanas de piedra en la planta baja, y jónicas de madera en la galería superior. La caja de escalera se cubre con bóveda barroca encamonada. Una sala del primer piso se cubre con armadura morisca. El conjunto destaca por la integración de elementos clasicistas y mudéjares.

Portada de sillar rústico almohadillado
Patio porticado en dos lados
     

Pared del patio policromada
Pilar en el patio
   

Casa Agreda, ubicada en la Cuesta de Santa Inés, junto a la carrera del Darro es una de las más notables casas palaciales construidas en Granada en el siglo XVI. Fue mandada construir por Don Diego de Vera Agreda y Vargas, caballero de la Orden de Santiago y Veinticuatro de Granada, cargo al que renunció, en 1608, al ser nombrado Corregidor de las ciudades de Málaga y Vélez.
En el interior de la Casa, en el zaguán destaca la presencia de un altar conmemorativo que señala el banco de piedra donde, según la tradición, solía descansar San Juan de Dios. Unos versos se refieren al hecho:
“Este poyo, muchas veces al Santo sirvió de cama que el que nace para humilde sobre las piedras descansa. Caridad, benevolencia, rectitud, justicia y gracia, dijo Juan de Dios que nunca faltaría en esta casa. En aqueste mismo sitio el Santo pintó una espada, dando a entender que defiende al que con celo lo llama. Aquí y por todo el orbe ¡Oh Juan! Tu virtud se ensalza. Oye propicio esta obra, pues tanto a los pobres amas”.
Las estancias interiores, acorde a la tipología casa-patio castellana, se organizan en torno a un gran patio-distribuidor porticado, con columnas corintias en dos de los lados. La elegante escalera monumental se cubre con una armadura ochavada.
La fachada principal de esta casa destaca por su sensacional portada monumental manierista, sin duda una de las más majestuosas y bellas de Granada, y una de las mejor conservadas. La portada posee dos cuerpos. En el primero, gruesas medias columnas toscanas pareadas, de piedra almendrada, flanquean el arco de entrada y sostienen un friso de mármol blanco decorado con cruces de Santiago en rojo, motivo repetido a lo largo de la portada en alusión a la pertenencia de su propietario a la Orden. En el segundo, separado del primero por un entablamento, se abre un balcón central con pilastras adosadas con mutilos y rematado por un frontón roto por el escudo cuartelado de los Agreda, coronado por un gran yelmo. Cuatro pirámides, de tradición escurialense, se disponen en los laterales inferiores del balcón en eje con las columnas del primer cuerpo y, sobre ellas, dos nuevos escudos, que son individualizaciones de dos de los cuarteles del escudo principal del balcón. Bajo todos ellos aparecen cruces de Santiago.

                     

Casa de los Condes de Arco del S.XVI, hoy dia acoge el Centro de Documentación Musical de Andalucía que es un organismo creado en 1987 por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía con el fin de recuperar, custodiar, catalogar, clasificar y difundir el patrimonio musical creado o relacionado con Andalucía en todas sus formas. Se encuentra en la Carrera del Darro. Albaicín.

No se sabe la fecha exacta de su construcción, pero por sus características parece ser una obra de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.

La fachada se estructura en un cuerpo bajo, dos superiores y torreón en el lateral derecho. En el cuerpo bajo se abren, además de la portada adintelada enmarcada por pilastras y desplazada del centro de la fachada, cuatro ventanas enmarcadas por amplias molduras. El primer piso tiene balcones rematados por frontones triangulares, cuyos tímpanos albergan elementos decorativos de cerámica vidriada, excepto el correspondiente a la portada cuyo frontón aparece partido para acoger al escudo de la familia Carvajal. Los vanos que se abren en el último cuerpo alternan balcones y ventanas, enmarcadas por molduras y separadas por otras en paneles con incrustaciones en cerámica vidriada. Se remata la fachada con gran alero de canecillo.

La casa ha sido durante mucho tiempo casa de vecinos y se abordó su restauración por la Junta de Andalucía en 1985, permaneciendo su auténtica fachada oculta tras varias capas de pintura plástica hasta 1997, fecha en la que recupera su verdadero aspecto, ladrillo veneciano pintado a mano, lo que la sitúa, como la única fachada granadina con estilo renacentista tardío.

En el interior tiene un pilar en el zaguán de la entrada y al subir las escaleras nos encontramos con un patio con otro pilar mucho más recargado, una fuente en el centro y el suelo empedrado haciendo dibujos de granadas a cada lado, las columnas son blancas en todo el perímetro del patio.  En otra planta superior  la galería es de madera oscura, hay un bargueño.

Casa de los Condes de Arco
Patio con empedrado granadino y un bonito pilar








Casa de Hernando de Zafra. se encuentra en el callejón de Zafra. Albaicín.

Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, tras recibir en donación tras la reconquista unas casas musulmanas, las destinó a convento de Santa Catalina de Zafra, mientras que para residencia propia construyó esta casa señorial a pocos metros de distancia de las mismas. Consta el edificio de un torreón de esquina rematado por mirador con arcos carpaneles cubierto por armadura mudéjar. Al pie del mismo se abre la portada, mezcla de Gótico y Plateresco, pues conjuga un arco conopial y verticales columnillas de factura gotica con la decoración plateresca del renacimiento español. En su interior conserva un interesante patio con cenadores cuyos soportes consisten en columnas de mármol con capiteles cúbicos.

La portada con arco conopial, enmarcada por columnillas que recuerdan a los baquetones góticos por lo estilizado de su traza. Los elementos decorativos corresponden al estilo Plateresco, el Renacimiento español, por ejemplo los capiteles, los motivos vegetales, los salvajes tenantes del escudo.

                          

Casa de Castril, recibe su nombre del título de Señorío de Castril, que recibió el secretario de los Reyes Católicos, Hernando de Zafra. Esta casa palaciega la mandó construir un nieto de éste en 1539. Hoy Museo Arqueológico.

La Casa de Castril es uno de los mejores ejemplos de palacios renacentistas de Granada y perteneció a la familia de Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos que participó activamente en la reconquista de la ciudad a los musulmanes y en sus Capitulaciones. En lo alto de la fachada está grabada la fecha de su construcción: 1539. Esta obra ha sido atribuida a Sebastián de Alcántara, uno de los más destacados discípulos de Diego de Siloé. En 1917 se adquirió la Casa del Castril a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguílaz y Yanguas para ubicar definitivamente el citado Museo.

Además, sobre el edificio recae una vieja leyenda, de cuando era habitado en época árabe, la cual se refiere a una misteriosa dama de blanco que se aparece de vez en cuando, fruto de un desencuentro entre el padre de una bella muchacha que habitaba el edificio y su supuesto amante, que desencadenaron la furia del padre y posteriormente su ahorcamiento y emparedamiento en el balcón lateral del edificio. Sobre este Balcón ciego se puede leer una consigna que dice: "Esperando la del cielo", lo que podría referirse a "esperando la justicia del cielo", que probablemente tuviese relación con las palabras que el supuesto amante pronunció antes de ser ahorcado.

La Casa de Castril, toma el nombre del Señorío de Castril concedido por los Reyes Católicos a su Secretario, Hernando de Zafra. Fue construida en 1539 por su nieto, tras pedir autorización al emperador Carlos V para fundar un mayorazgo con la villa de Castril y otras posesiones, de acuerdo con el testamento de su abuelo.

En 1892 era propiedad del catedrático Leopoldo de Eguilaz, de quien en 1923 la adquirió el Estado para ubicar en ella el Museo Arqueológico de Granada, el Museo de Bellas Artes (hasta su traslado al Palacio de Carlos V) y la Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias (hoy en la Madraza).

La Casa de Castril se desarrolla en torno a un patio cuadrangular y un jardín en la parte posterior con dependencias para la servidumbre. La estructura de la Casa de Castril responde a las características de las casas cristianas de esa época, s. XVI.

Lo más sobresaliente del edificio es su portada que, desplazada del centro de la fachada, presenta tres niveles. En la clave del dintel de la puerta está representada la Torre de Comares, blasón que los Reyes Católicos concedieron a su secretario por su intervención en las Capitulaciones de Granada y por haber ido secretamente a dicha torre para que la firmara Boabdil. Corona la portada un friso con monstruos y figuras humanas, y una cartela donde se lee la fecha de 1539.

A la derecha de la portada, arriba y haciendo esquina, se encuentra un balcón, partido en dos por una columna, y en él se lee "esperándola del cielo", cuyo significado según las leyendas que hay sobre la misma, es que dicho lema pregona la esperanza en la vida eterna de quien viva temporalmente en esta casa.

Balcón ciego
Casa de Castril
   
Casa de las Chirimías (1609) A lo largo del siglo XVI, la zona de la ribera del Darro situada a los pies de la colina de la Alhambra se convierte en uno de los principales sitios de recreo de la nueva ciudad castellana. Sin embargo, la definitiva consolidación de la función urbana de este espacio no se produce hasta los inicios de la Granada barroca, cuando, en 1609, y con cargo a las rentas y propios de la ciudad, se lleva a cabo obras de urbanización en los terrenos cedidos por los señores de Castril, transformándose el lugar en un paseo, cuya amplia explanada se destina a la celebración de fiestas populares.

Dentro del proyecto de ordenación de este espacio de la ciudad barroca, se inserta la construcción de la Casa de las Chirimías, arquitectura edilicia consistente en una torre-mirador hecha con fábrica de ladrillo, planta cuadrada y originariamente exenta en sus cuatro frentes. Con posterioridad, se le adosó una edificación medianera por el frente inferior que miraba hacia la Carrera del Darro.

La Casa de las Chirimías se construyó con el fin de albergar los días de fiesta al Cabildo de la Ciudad, que presidía y contemplaba desde sus ventanas y balcones los diversos festejos y celebraciones organizados en el paseo. Con tal objeto, su alzado de tres pisos se abre al exterior mediante dos vanos en cada uno de sus frentes: ventanas de arco rebajado en el piso bajo, donde se instalaban los aguaciles y ministriles; balcones adintelados en el primero, para uso del corregidor, alcaldes y caballeros veinticuatro; y balcones de arco de medio punto en el segundo, ocupado por los músicos que amenizaban con trompetas y chirimías los juegos de cañas y toros. De este instrumento musical procede el nombre del edificio.

En el frente del piso superior que mira al paseo se colocó entre las enjutas de los arcos, y como construcción promovida por el Cabildo, el escudo de la ciudad, flanqueado en las esquinas por relieves de granadas. En el resto de frentes aparece decoración de cerámicas circulares. Por su parte, el sencillo interior se articula en torno a la caja de escalera.

La fachada más visible es la que mira hacia el Paseo de los Tristes, si bien la principal, y donde se sitúa la puerta de entrada, es la de Carrera del Darro. La tercera fachada exenta es la situada en el lado norte, de cara al río Darro y a la Alhambra. La fachada más occidental es la que actualmente cumple funciones de medianera.

La fachada principal se resuelve mediante huecos regulares simétricamente dispuestos. En planta baja se encuentran la puerta de entrada y una ventana con formas de arcos de medio punto. La primera planta presenta dos balcones adintelados, simétricos, con barandilla metálica. La segunda planta, en los cuatro frentes de fachada, cumplía funciones de mirador por lo que los balcones actuales son el resultado del cegamiento de las primitivas arquerías de medio punto. Las enjutas de esta segunda altura en la fachada de Carrera del Darro se decoran con volutas semicirculares cromadas en tonos verdes y recercados por molduras.

La cubierta, que apoya sobre entablamento, es de madera a cuatro aguas, con teja árabe; las aristas se decoran con teja esmaltada que alterna el blanco y el verde.

Ahora, ha sido restaurado y es la sede de la Asociación Histórica y Cultural de Granada.

Casa de las Chirimías con la Alhambra al fondo
Casa de las Chirimias
   

Casa del Chapiz, se encuentra haciendo esquina entre la cuesta del mismo nombre y el camino del Sacromonte.

Este edificio morisco está compuesto por dos viviendas que se comunican entre sí, y que representan dos excelentes muestras de la evolución en la arquitectura nazarí.

Toma el nombre de uno de los propietarios moriscos de la casa, el morisco Lorenzo el Chapiz, que se piensa la reedificó sobre los restos de un palacete nazarí, y junto a ella levantó la segunda vivienda de menor tamaño su cuñado, Hernán López el Ferí.

La casa construida por Lorenzo el Chapiz, se levanta sobre parte del trazado del antiguo palacio, tenía en su centro un extenso patio con galerías de arcos en sus testeros y estrechos cenadores en sus laterales, de los cuales hoy solo perviven el testero norte y uno de sus laterales, en el centro aún se conserva la gran alberca aunque hubiera de ser más larga al haberse perdido el testero sur. El testero norte lo forma una galería de cinco arcos cubiertos con decoración de estucos en sus enjutas al más puro estilo arábigo sostenidas por columnas de mármol aprovechadas de otros edificios más antiguos, sobre esta arcada se dispone un ancho corredor con balaustrada renacentista y zapatas góticas añadidas en una reforma posterior. En el centro de la galería se abre un arco con decoración en yesos con alhacenas en sus laterales. De igual modo en el corredor superior aparecen otros dos arcos de parecidas características a los de abajo que dan paso a sendas salas la cual una dispone de hermosa armadura de madera. En el lateral derecho se conserva otra portada decorada con yeserias y sobre esta se abren tres graciosas ventanas decoradas igualmente con adornos árabes en yeso.

Desde la mencionada galería se accede a un rellano donde nos encontramos el acceso a la segunda casa. Un arco apuntado de ladrillo nos da paso a un pequeño zaguán e inmediatamente se abre el  recoleto patio donde la madera es la que domina el lugar.  Unas estrechas galerías se abren alrededor del patio donde se sitúan pilares de ladrillo en las esquinas y columnas dóricas de mármol en medio de los lados mayores los cuales sujetan unas bellas zapatas de estilo gótico y las maderas de los corredores superiores. Estos tiene una balaustrada, esbeltas columnas, canes  y alero todo de madera al gusto ojival. En estos corredores se disponen varios habitáculos que siguen una traza puramente arábigo contrastando con los elementos cristianos. Sobre el testero norte se añadió poco después de su construcción un tercer cuerpo de estilo renacentista. Además en el piso bajo aparece un aljibe de tradición musulmana. Es este patio una interesante mezcla de todos los estilos arquitectónicos que más se utilizaban en la Granada del siglo XVI; la ultimas pinceladas del arte nazarita y los nuevos órdenes que llegarían a la ciudad con la nueva religión. Al sur de los edificios se ubica un extenso carmen que antiguamente llegaba hasta las orillas del Darro y que poco ha variado de su primitiva configuración en su parte conservada.

A principios del siglo XX las casas aparecían muy deterioradas en estado de semiruina hasta que en el año 1929 fueron adquiridas por el estado encargando la labor de restauración de los edificios al ilustre arquitecto y conservador de monumentos Leopoldo Torres Balbás quien recupero completamente las casas en 1931 para que se instalasen en ellas la recién creada Escuela de Estudios Árabes (CSIC) institución esta que hoy siguen mimando las Casas del Chapiz para que todo el que desee pueda acercarse a ellas y poder admirar unos de los ejemplos más  sobresalientes de casa morisca en Granada.

Casa del Chapiz
Patio de la primera casa, 
con galerias de arco
     

Patio de la segunda casa
Jardín construido en los años treinta
sobre una de las terrazas de la segunda casa
  

Casa Porras. Es del siglo XVI de estilo Renacimiento y Mudéjar.

Perteneció a Alonso de Porras, que fue jurado del Cabildo de la ciudad. No obstante el escudo que aparece en su portada no es el de la familia Porras, pudiendo corresponder a algún antepasado de la familia o a otro linaje al que inicialmente perteneciera la casa. Representa el tipo de casa señorial castellana que predominó en esta ladera sur del Albaicín tras la conquista de Granada.   

La esplendida portada plateresca de su fachada representa la transicion de estilos entre el gótico y el renacentista. Se trata de una fachada de sillería y de estilo plateresco en la que destacan elementos como  su arco carpanel, el escudo de alguno de sus propietarios (no corresponde a la familia de los Porras) o la grácil ventana enmarcada en columnas.

El patio con cuatro columnas toscanas, destaca por la composicion mudejar de sus galerias: zapatas con hojass de acanto, pies derechos, balustradas torneadas, alfarjes en los techos y canes en las cornisas. El patio tambien tiene un pilar ornamentado del 1610 y un aljibe en su centro. En la parte trasera de la casa hay un amplio jardín estructurado en paratas con fuentes y albercas. 

La Casa de Porras alberga actualmente una especie de Oficina del Estudiante de la Universidad de Granada en la que aparte de para exposiciones temporales, se usa sobre todo para la realización de distintos talleres tan variados como interesantes entre sus salas.

Casa Porras
Portada plateresca
Patio con pilar y galería mudéjar
    

Casa del Almirante del siglo XVI, estilo renacimiento.

Es un claro ejemplo de las casas-palacio granadinas del XVI, mandada construir por Doña Leonor Manrique, cuñada del Gran Capitán. Posteriormente fue habitada por don Francisco de Mendoza, Almirante de Aragón cuyo nombre conserva. En 1874 fue convertido en orfelinato hasta que en 2000 pasa a depender de la Universidad de Granada.

Al exterior destaca la verticalidad de su fachada, que recuerda la tipología de la torre urbana medieval, destaca su portada manierista compuesta por columnas jónicas estriadas sobre pedestales que sostienen un entablamento coronado por pináculos.  Su interior conserva el patio con columnas de mármol blanco y capiteles corintios y toscanos, así como una interesante carpintería mudéjar. Destacan por su valor los alfarjes que cubren el zaguán, las galerías del patio y el salón del primer piso. La singularidad de las galerías superiores del patio es fruto de las obras de restauración de 2001.

La escalera de acceso a los pisos altos es también originaria de la reforma que se hizo en el siglo XIX para el Asilo; de ahí su relativa amplitud. Está decorada por un colorido zócalo de geometrías florales.

Es una de las sedes de la Facultad de Bellas Artes "Alonso Cano" de la Universidad de Granada,  como Centro de Restauración.

Casa del Almirante
Portada
 
Amplia escalera con zócalo de azulejos
del siglo XIX
Patio con columnas de mármol blanco
  

Casa del Marqués del Cenete, antiguo Hospital de la Tiña o de la Virgen del Pilar del Siglo XVII. Mudéjar. Manierismo (está en la calle Tiña pero se entra por la calle Santa Isabel la Real).

El hospital se levantó sobre el palacio nazarí en el que Boabdil fue reconocido por segunda vez como rey de Granada en 1485. Tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos el edificio fue cedido al Marqués del Cenete, don Rodrigo de Mendoza, cuyo linaje mantuvo la propiedad hasta su venta a Pedro de la Calle, padre del fundador.

Las fundaciones hospitalarias patrocinadas por la nobleza fueron habituales durante el Antiguo Régimen. Éste es el caso del hospital para tiñosos, dedicado a Nuestra Señora del Pilar, promovido por Don José de la Calle, Caballero Veinticuatro de Granada y Capitán del Ejército de Felipe IV, quien, en 1662, lo fundó en agradecimiento por la cura de la enfermedad que padeció.

Las Madres Mercedarias pasaron a regir el hospital que posteriormente se convirtió en orfanato para niñas, uso al que se dedicó hasta la década de los 80 del siglo XX.

La casa estaba organizada en torno a un patio con portada clásica de piedra, con la inscripción de la familia Calle, tras ella hay un empedrado granadino hasta la entrada que presenta un arco sobre el que se encuentra una hornacina con la imagen de la Virgen del Pilar.

La remodelación llevada a cabo en el siglo XVII desvirtuó la construcción original de época nazarí, conservándose el patio alrededor del que se organizan las demás estancias. Se mantiene una pequeña alberca en el centro de su lado sur. Dicha remodelación supuso la construcción de galerías porticadas en los cuatro lados del patio, sin grandes pretensiones estéticas. En las doce columnas que sostienen los pórticos encontramos elementos nazaríes reutilizados, mezclados con otros de época tardogótica y proto-renacentista.

En el interior sobresale la utilización en el patio de columnas pertenecientes al antiguo palacio nazarí.
El patio es de empedrado granadino y tiene en el suelo dibujado un escudo y la fecha de 1883.

Entrando por la puesta enfrente del Monasterio de Santa Isabel la Real hay un pequeño patio interior con una fuente en el centro (parece que su construcción es más reciente).

En la actualidad está regentado por religiosas que acogen niños y niñas.

     

Patio con pozo
Patio con alberca,
en el empedrado escudo y fecha de 1883





Casa de los Mascarones Siglos XVI-XVII. Renacimiento. Mudéjar.

La construcción se enclava al fondo de un adarve, elemento urbano que refleja la concepción privativa que adquiere el espacio de la calle en la ciudad hispanomusulmana, reducido con frecuencia a vía de acceso a las viviendas. Además de los mascarones o rostros que dan nombre al edificio, destaca la presencia de elementos característicos de la tradición islámica, como el voladizo sobre la puerta de ingreso y el ajimez lateral; el primero permitía aumentar la superficie de habitación, mientras que el segundo   preservaba la costumbre islámica de impedir la visión del interior de las casas.

En el siglo XVII, la casa fue habitada por el poeta Pedro Soto de Rojas y el escultor José de Mora.
                                                                          

Casa de los Mascarones
                                                


Detalle de un mascarón
Detalle de otro mascarón
                                                                       
Casa de la Doctrinaen la Plaza Aliatar del siglo XV. Mudéjar

En la primavera de 1499, los moriscos descontentos con la opresión de los cristianos “viejos” y la mala administración del Cardenal Cisneros –que hacía oídos sordos a las Capitulaciones–, se reunieron en una construcción hoy conocida como Casa de los Moriscos (en recuerdo de aquel hecho) para conspirar y lanzarse a la rebelión: la primera revuelta de los moriscos (1499–1501), brutalmente sofocada por la fuerza por las autoridades cristianas.

En el mismo inmueble se instaló después la llamada Casa de la Doctrina, o Colegio de Niños Moriscos, fundado por iniciativa del Arzobispo don Pedro Guerrero en 1559, quedó bajo la tutela de la Compañía de Jesús hasta el cese de su actividad en 1577. Junto con la cercana Colegiata del Salvador, formó parte de la serie de instituciones educativas surgidas tras la conquista de la ciudad para el adoctrinamiento de la población morisca del Albaicín. En aquella institución se hicieron grandes esfuerzos por educar en la moral cristiana a los hijos de los conversos, paso necesario para su verdadera integración social.

El inmueble es, en sí, otro ejemplo perfectamente conservado de vivienda urbana morisca típica (datada en el siglo XV).

La fachada se compone de portada de ladrillo con arco apuntado enmarcado por alfiz, pequeños vanos dispuestos de modo irregular, galería superior abiertos y torre en ángulo. El patio rectangular sólo conserva el pórtico occidental, en el que pilastras de ladrillo y canes de acanto apean una gran viga sobre la que descansa la galería superior de madera.

                                             

Se llama carmen, del árabe karm (viña), es el nombre que recibían en granada, las huertas de placer de los contornos de la ciudad.

Los cármenes son fincas típicas de los barrios históricos de Granada, herederas de los huertos de deleite que poseían los árabes granadinos en los contornos de la ciudad. Hoy en día son jardines domésticos que mantienen una vieja tradición de retiro placentero para sus propietarios.

Suelen encontrarse sobre todo en el Albaicín.

Carmen-museo Manuel de Falla se encuentra  en el llamado Carmen del Ave María, junto al centro Cultural Manuel de Falla. Cuando han pasado ya más de 70 años desde la partida definitiva del viejo músico gaditano, su morada granadina ha reabierto sus puertas después de un intenso trabajo de rehabilitación.

El carmen de Manuel de Falla se encuentra inundada de objetos personales, muchos de los cuales nunca habían salido de allí, ya que, de hecho, los dejó el propio compositor quién sabe si pensando en volver pronto.

De 1921 hasta 1939, el músico Manuel de Falla vivió en la ciudad de Granada, en un sencillo carmen, una típica casa granadina con huerta o jardín. La vivienda que habitó se ha convertido en un museo que recrea el ambiente que rodeó al autor de Cádiz, y donde se conservan su mobiliario, sus recuerdos y objetos personales.

El 28 de septiembre de 1939, el genial compositor gaditano emprendió el viaje sin retorno desde su residencia granadina, llevando en su memoria la ciudad que él amó y que el destino de su arte universal declaró fuente de inspiración. Atrás dejaba casi dos décadas muy intensas de su vida, quizás las más bellas, y quizás por qué no, las más amargas.

Tras un gran trabajo de rehabilitación, el carmen conserva el ambiente donde viviera y compusiera el más grande compositor español del siglo XX.



                 
  

           

Carmen de la Victoria está situado en un lugar donde hay Cármenes desde la época árabe. Su forma se fija a fines del siglo XIX, cuando se unifican el primitivo Carmen de la Victoria, llamado Carmen Olivarillo y el Carmen Percal, a ambos lados de la muralla árabe de la Cuesta del Chapiz.

El Carmen de la Victoria fue adquirido por la Universidad en 1945.

El Carmen de la Victoria está situado en la colina del Albaicín, en el arrabal árabe de Axaris, límite de la ciudad que era ya en época árabe lugar de huertos, cármenes y jardines.

Tras la demolición del convento de la Victoria en el siglo pasado, al que estaba ligado parte de su solar, se forma el Carmen tal y como hoy lo conocemos, producto de la unificación del primitivo Carmen de la Victoria-Huerto del Olivarillo con el Carmen del Pencal, separados el uno del otro por la muralla árabe del Chapiz, cuyo trazado se advierte aún en las paratas de los jardines. A estos dos cármenes se unieron varias casas y trozos de calle para formar los escalonados jardines que rodean la residencia.

Adquirido por la Universidad de Granada, es desde entonces el único carmen público de la ciudad que no ha perdido su carácter de vivienda-jardín. Fue primero una residencia de estudiantes marroquíes (Casa de Marruecos) ligada a la Escuela de Estudios Árabes, luego un Colegio Mayor, y hoy Residencia de Invitados, siempre abierto al disfrute de los universitarios.

Aunque con el tiempo se han ampliado sus edificaciones, el trazado de los jardines se mantiene como hace más de cien años. Es por ello uno de los cármenes granadinos menos alterados, conservando las formas jardineras tradicionales del regionalismo granadino del siglo XIX.

                   

Carmen del Aljibe del Rey, situado en la Plaza del Cristo de las Azucenas, junto a la muralla Zirí y muy cerca del Palacio de la Dar-al-Horra, ha sido rescatado no hace mucho tiempo a los granadinos por ser sede de la Fundación Agua Granada, dependiente de la empresa de aguas granadina Emasagra. En él se ha instalado el Centro de Interpretación del Agua, que aunque escaso en salas y de forma sucinta, presenta al visitante una información más que interesante sobre el proceso del agua en Granada, y especialmente en torno al barrio del Albaicín. Por otra parte, el edificio, tras su reciente restauración, presentaría un aspecto característico de un carmen albaicinero si no fuera porque la fachada es de ladrillo en lugar de encalada. Su interior destaca, aparte de por su sencillo patio, por sus jardines, que aunque relativamente pequeños, consiguen crear un ambiente ideal para el sosiego o para escuchar poesía o recitales de música.

Aquí podemos observar las canalizaciones que conducen a la entrada del aljibe.

Los jardines nos los encontramos adornados con elementos arqueológicos provenientes de distintos edificios desaparecidos de la ciudad, por ejemplo algunas columnas, trozos de fuste o solería proveniente del Carmen de los Mártires o la solería que vemos que son las placas de mármol usadas como mostradores en la antigua Plaza de la Pescadería; elementos que como en este caso forman un pasillo casi ceremonial que conduce la vista hacia la Iglesia de San Cristóbal, la que por cierto tuvo en su momento una torre mucho más alta que la actual. También alguna que otra rueda de molino acompaña a la exuberante vegetación y a alguna fuente, que dejan ver al fondo el palomar del Palacio de Dar al-Horra.

En definitiva, piedra, jardín y agua (representadas por fuentes, pozos o acequias), consiguen crear un entorno especial.

                         

Carmen-museo Max Moreau, antiguo Carmen de los Geranios en Camino Nuevo de San Nicolás nº 12.

Es el Museo Municipal ubicado en el Albaicín. Fue la residencia del artista belga Max León Moreau, que dejó a la ciudad de Granada como heredera de todos sus bienes. El ayuntamiento restauró la propiedad de quien fuera nombrado hijo adoptivo de la ciudad e inauguró el Carmen-museo el 29 de octubre de 1998 tal y como reza una inscripción sobre azulejos que puede leerse tras acceder al recinto.

Este carmen de tres edificios, destaca por sus patios. En el primero de los edificios el Ayuntamiento ha instalado una Sala permanente de exposición. Tras el patio, hay una hermosa fuente y se llega al estudio del autor. En una galería de exposiciones se muestra parte de la producción de este artista: retratos, naturalezas muertas y paisajes. En el edificio central se puede visitar el estudio del artista que se ha conservado como lo dejó. También en sala contigua se muestra en paneles un recorrido biográfico por la vida de Moreau.

El carmen de Max Moreu, a pesar del aspecto moderno de su acabado, refleja el espíritu de esa construcción tan típicamente granadina que denominamos carmen, expresión que procedente del vocablo árabe karm significa tanto viña como huerto o jardín. La estructura del carmen es la de una construcción modesta cerrada por muros exteriores asentada sobre bancales o paratas distribuidos en distintos niveles que incluyen vivienda y jardín, estructura que aun siendo de origen romano fue desarrollado durante la época musulmana.

     

Carmen de los Mártires En él, se halla un palacete, distintos jardines y unos huertos de la etapa nazarí. Otro encanto con el que nos encontramos son unas estupendas vistas de Granada y de Sierra Nevada. Los jardines corresponden a distintos estilos, entre ellos el jardín romántico o paisajista, que se estructura en torno a un lago en el que hay un torreón en ruinas y una pequeña isla. Además hay un patio nazarí junto al palacete con una acequia y una gruta típica de este estilo, y un pequeño jardín monacal dedicado al cultivo de plantas aromáticas y medicinales.

El solar donde se alza el actual palacete con sus jardines ha pasado por varias vicisitudes durante los últimos siglos de la historia granadina. Cuando lo Reyes Católicos se hicieron con la ciudad de Granada en 1492 encontraron hasta catorce silos junto a la Torre de los Siete Suelos de la Alhambra, recinto éste que siempre ejerció el siniestro oficio de mazmorra en el recinto alhambreño. Todo parece indicar que los primitivos silos para almacenar alimentos fueron usados también como complejo carcelario donde encerrar a los soldados apresados en batalla y a los campesinos hechos prisioneros en las incursiones súbitas. Estos silos, en forma de embudo, llegaron a albergar hasta seiscientos prisioneros, que recibieron a los Reyes Católicos entre oraciones, sollozos y gritos de júbilo al ser liberados.

De “corral de cautivos” (así se llamaba entonces a este lugar) pasó a llamarse “Campo de los Mártires”, pues la Reina mandó fundar la ermita de los Santos Mártires, “en memoria de los muchos cristianos que padecieron martirio por la fe de Cristo”.

De primitiva ermita pasó a convento carmelita bajo los auspicios del Conde de Tendilla, bien avanzado el s. XVI. Su primer prior, de 1582 a 1588, fue Juan de la Cruz, el notable poeta místico que dio lustre a nuestro glorioso Siglo de Oro.

A mediados del XIX se destruyó el convento (la desamortización de Mendizábal lo redujo a escombros en 1837), sobre cuyas ruinas se alzó el actual  "Carmen de los Mártires", construido por el general carlista  Don Carlos Calderón quien compró el terreno para su residencia de veraneo, y más tarde un posterior propietario, Hubert Meermans, diseñó los jardines, creando varios distintos estilos de jardín con sus fuentes, estatuas y grutas en distintos niveles.

En la actualidad estos jardines han sido declarados Monumento Nacional.

Básicamente, el conjunto está formado por el palacete (que incluye un patio nazarí), rodeado por un jardín inglés y un jardín francés (existió un tercer jardín, de traza española, que fue destruido en los sesenta), un lago con isla, los viejos jardines y el huerto monacales, así como una serie de terrazas a distinto nivel, llenas de vegetación, siendo mucho más sobria la que da acceso al conjunto y al palacio.

Nada más entrar, si nos dirigimos hacia la derecha, nos encontramos con la explanada por la que se accede al palacio. Destacan aquí un par de estatuas regias de Fernando VI y Carlos III de 1930 y entre ellas una fuente art nouveau en forma de concha, de 1896.

Estatua Exterior de Fernando VI    Fuente de la entrada    Estatua exterior de Carlos III

Al final, la fachada principal del palacete de traza neoclásica al que se accede por un pórtico toscano formado por cuatro columnas de mármol; sobre un entablamento apoyaban los balaustres que protegen una amplia terraza. La portada se enriquece con elementos arquitectónicos tallados en piedra, además del bello pilar que se adosa a la izquierda.

                 

El creador de los jardines históricos fue el banquero granadino Antonio Calderón entre los años 1858 y 1861. Aunque de autor anónimo se atribuye su creación a un jardinero francés, que buscó la construcción de cuatro jardines de estilos diferentes en torno a la casa, situada en la zona más llana del terreno: un jardín español en la terraza situada por debajo de la casa, y por encima de ella un jardín barroco francés, un jardín inglés y un jardín clasicista. Como protección y como zona de separación con los muros de la Alhambra se crea una zona de bosquetes, desforestada a mediados del siglo XX para la construcción de un hotel felizmente no llevado a cabo por la adquisición del Carmen por el Ayuntamiento de Granada.

El Jardín Francés: Está conformado por una plazoleta circular en el centro de una encrucijada centrada por una fuente consagrada a Neptuno y rodeada por parterres sombreados por grandes magnolios, palmeras y naranjos, que le han dado un aspecto paisajista a su original configuración baja y recortada. El jardín se adornó con estatuas de terracota, que representan a las cuatro estaciones y a los cuatro elementos. En el siglo XIX desapareció la escultura que representaba a la Primavera. Su actual conservador José Tito atribuye su autoría a algún artista de Málaga, ciudad en la que en el siglo XIX existían varios talleres y artistas dedicados a la realización de terracotas, que adquirieron fama internacional.



El Jardín inglés: Ubicado tras la casa está constituido por un bosquete de palmeras y cuadros irregulares, donde destaca en su centro la fuente de Felipe II, de tres tazas construida por el Duque del Infantado.



El Jardín Romántico: Es el espacio mejor conservado. Está formado por un gran estanque, que se nutre de las aguas que le llegan por el acueducto y que sirve para el riego de los jardines lo rodea dos islas, la mayor de las cuales tiene una falsa ruina medieval con un embarcadero.

cármen de los mártires
Vista de El Lago. Al fondo se ve el puente que da paso al Torreón,
situado en una isla en el centro del lago.
 

Explanada y Jardín de los Arcos: Fueron realizados durante la época en que Meersmans fue propietario del Carmen, destacando la fuente modernista y las estatuas de Carlos III y de Fernando VI en la gran explanada situada delante de la casa.

Bajando por unas escaleras a la derecha del palacete está  las arquitecturas vegetales del Jardín de los Arcos con la Fuente del Tritón y ubicada en el estrecho Jardín, localizado en un nivel inferior a la explanada con excelentes vistas sobre la Vega de Granada y Sierra Nevada.

Enfrente de la fuente se encuentra una inscripción sobre una placa de mármol que dice:

” Hija del sol, Granada, fanal del paraíso” La ciudad de Granada a d. José Zorrilla en el centenario de su coronación como poeta nacional 1889-1989.

Ya que cuando el 22 de junio de 1889 el pueblo de Granada (haciéndose intérprete de los sentimientos del pueblo español) le coronó poeta nacional en el Palacio de Carlos V se hospedó en este Carmen, según reza una inscripción en mármol que hay sobre la balconada de la parte posterior del palacete.

 
                       Jardín de los Arcos                                                                                 Fuente del Tritón

Patio Neonazarí: Fue realizado en el año 1944 por el Duque del Infantado y se inspira claramente en los patios de Comares y del Generalife de la Alhambra. Se encuentra a la izquierda del palacete y adosado a él.

 Patio nazarí con su acequia

El acueducto y el cedro de San Juan de la Cruz: Del primitivo convento carmelita en la actualidad sólo se conservan algunos restos de muros, el acueducto que traía el agua desde el Generalife hasta el lago, con el que se regaban las huertas del convento, en la actualidad recuperadas, y el famoso cedro mejicano, que según la leyenda fue plantado por San Juan de la Cruz cuando era prior del convento,  bajo el famoso cedro hay una placa que dice:

“Es fama que este cedro corpulento que hoy mitiga del sol la ardiente luz, floreció ayer por divinal portento, del báculo que usaba en el convento su extático prior Juan de la Cruz.”

Lo más curioso es que no se trata de un cedro, ni es seguro que lo plantara el propio místico, como la leyenda asegura. Se trata de una extraña variedad de ciprés (Cupressus lusitanica), que se da en Méjico y que algún fraile carmelita debió de traer de su misión evangelizadora al otro lado del Atlántico.

En uno de los jardines monacales, justo el situado junto al Lago, hay un monolito con un busto de San Juan de la Cruz y en él aparece un pasaje de “Canciones entre el alma y del Esposo”:


“Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura”

Más abajo, cerca de la base del pedestal, se lee esta dedicatoria:

  “La ciudad de Granada a San Juan de la Cruz. Febrero de 2002.”

Busto de San Juan de la Cruz
Acueducto y huerto del convento carelita
Famoso Cedro
  

Se les llaman Casas moriscas a las casas construidas o reformadas por los moriscos de Granada en el siglo XVI. Estas casas mantuvieron las características básicas de la arquitectura residencial nazarí de los siglos XIII-XV: distribución alrededor de un patio, fachadas con ausencia de decoración y vanos, exceptuando la puerta de entrada, y sistema de acceso en recodo para garantizar la intimidad. Aunque la mayoría contaba con dos plantas, el patio era el centro de la vida familiar, que se desarrollaba fundamentalmente en la planta baja, donde también había un zaguán, una letrina y una pequeña cocina.

Al principio del periodo nazarí la planta alta tuvo un papel secundario, pero en la etapa morisca se produjo casi siempre una igualdad entre ambos niveles, que repetían la misma disposición. Ello implicó el incremento del número de galerías para facilitar el acceso a las habitaciones superiores. En los elementos tallados en madera de estas galerías es donde más se nota la aparición de motivos decorativos de la cultura cristiano-occidental, góticos al principio y renacentistas después, combinados con los de tradición islámica como son los mocárabes.

En el barrio del Albaicín, incluido en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994, existen todavía más de ochenta de estas casas, que constituyen un conjunto de gran valor arquitectónico e histórico, aunque muchas todavía presentan un estado precario de conservación.

La iniciativa privada ha promovido la mayor parte de las intervenciones, contando algunas veces con pequeñas ayudas de las instituciones públicas. Todas las casas son de propiedad particular, salvo una perteneciente al Patrimonio del Estado y otras dos ubicadas dentro de conventos de monjas.

Aproximadamente la mitad de dichas viviendas han sido rehabilitadas en las tres últimas décadas, salvo la Casa del Chapiz, restaurada en 1932 para albergar la Escuela de Estudios Árabes.

Los usos a los que se destinan las casas rehabilitadas son los siguientes: 23 son viviendas unifamiliares, 11 son viviendas plurifamiliares, 3 tienen uso hotelero, 2 están integradas en conventos de monjas y 1 es un centro de investigación.
El uso unifamiliar permite recuperar el patio como centro de la vida con toda su intensidad, al menos durante los meses de junio a septiembre. El tamaño de las casas admite también en algunos casos realizar un uso estacional de las salas principales, dadas las considerables diferencias de temperatura entre las plantas baja y alta.

El uso plurifamiliar que mantienen muchas de ellas, probablemente tenga su origen al final del siglo XIX, cuando se produjo la demolición de un número elevado de viviendas modestas en la Gran Vía de Colón. Gran parte de sus habitantes tuvieron que trasladarse al Albaicín y esta demanda provocó la subdivisión de muchas de ellas, para alojar varias familias en condiciones de hacinamiento. Con objeto de aumentar la superficie se cerraron las galerías y también parte de los pórticos, en los que se instalaron cocinas y aseos.

Casa Morisca Horno del Oro, Monumento Nacional del siglo XV. Nazarí. Mudéjar. En la Calle Horno de Oro, una bocacalle del Paseo de los Tristes.

A la izquierda del Paseo de los Tristes, frente a la Alhambra, se extiende el antiguo barrio residencial musulmán de Axares - Rabad Haxariz-, de la Salud o del Deleite, llamado así por sus buenas condiciones climáticas y la belleza de sus casas, elogiado en las poesías árabes por sus jardines y fuentes que animaban las casas de sus habitantes, caballeros y principales de la Ciudad. Comprendía desde el puente del Cadí, que fuera unión de la Alhambra y el Albaicín, hasta la puerta de Guadix alta en la Cuesta del Chapiz y estaba protegido por una muralla que enlazaba con esta puerta, desde el mencionado puente. Entre sus calles aún se pueden apreciar diversos restos árabes, siendo el monumento más significativo la Casa Morisca, ubicada en la calle Horno del Oro nº 14.

Sus características tipológicas y los elementos nazaríes tales como columnas y canecillos del alero parecen indicar que se trata de un palacete nazarí construido en siglo XV al que se añadió la planta alta en el período morisco.

Su fachada exterior es sencilla y acorde con el carácter intimista de la vida musulmana. Aunque en la actualidad presenta dos puertas, la primitiva debió ser la adintelada, que permitía acceder al patio por un zaguán en recodo, construyéndose posteriormente y en época morisca, la otra puerta, con arco apuntado de ladrillo, enmarcado por alfiz, que da directamente al patio. Se remata la fachada con alero sobre canes, con decoración tallada en los costados.

Un patio rectangular con alberca centra y ordena el edificio, un rasgo típico en la organización de la casa palacial nazarí, y en torno a él galerías, con frentes porticados en sus lados menores de tres arcos angrelados sobre columnas nazaríes que dan entrada a salas rectangulares con alcobas laterales, cubiertas con alfarje –techo horizontal de madera- presentando sus vanos de acceso tacas en las jambas y ventanillas en la parte superior.

En el cenador meridional se abre la escalera, pero hasta el siglo XIX en este lugar había una alacena con estantes, enmarcada por un arco gallonado con atauriques en las albanegas. La primitiva puerta de entrada a la escalera se situaría al lado, en el muro que la separa del patio.

La planta superior se abre al patio por medio de galerías adinteladas, con balaustrada de madera y cubiertas de alfarje en tres de sus lados, mientras que la otra está formada por arcos rebajados sobre pilares octogonales de ladrillo y se cubre con armadura de par-hilera. Dos estancias aparecen en esta planta. Una de ellas conserva en la puerta el arco angrelado y las tacas en las jambas, cubriéndose con una espléndida armadura de limas moamares, con labor de menado en el almizate, tres pares de tirantes sobre canes y restos de su antigua policromía. La sala del lado opuesto es similar, aunque más pobre en la decoración de su cubierta.

Pensada de dentro afuera y basada en un sistema modular que permite la ampliación constante de sus dependencias conforme al crecimiento de la familia, las estancias de la Casa Morisca eran polivalentes y estacionales en su habitabilidad, ya que dependiendo de su orientación se habitaban en invierno o verano.

El indudable valor artístico de este palacete nazarí hizo que fuese declarado Monumento Arquitectónico Artístico por Real Orden de 6 de julio de 1922 y considerado en la actualidad Bien de Interés Cultural.

Es la sede la Oficina Técnica de los Festivales de Jazz de Granada en la que se realizan diversas actividades culturales de forma permanente: ciclos de conciertos, muestras de cine y video y exposiciones relacionadas con el jazz y la música contemporánea.

      

Casa morisca de Yanguas, se encuentra al final de la Cuesta del Chapiz en una callejuela lateral. Es una de las mejor conservadas de su tipología en el barrio.
Esta pequeña vivienda conserva el encanto de la arquitectura doméstica construida por los moriscos granadinos durante el siglo XVI. Se desarrolla en torno a un patio con crujías en tres lados pero con pórtico y galería solamente en el lado septentrional ante las salas principales.
La entrada primitiva se hacía por la calle Yanguas, a través de un reducido jardín, aunque en la actualidad se accede desde la Cuesta del Chapiz por una parcela agregada recientemente.
En sus elementos de carpintería se puede observar la mezcla de rasgos ornamentales nazaríes, góticos y renacentistas que caracteriza al conjunto de la arquitectura morisca. La sala principal de piso superior conserva todos los elementos característicos de las salas polivalentes nazaríes: almatraya o cuadro de azulejos situado en el pavimento junto a la puerta, alacenas en los muros a ambos lados del arco de acceso y alhanías o alcobas con techo plano en los extremos de la sala. La sala principal cuenta con una bonita cubierta mudéjar de madera policromada, en buen estado de conservación.  La zona central se cubre con una armadura de cuatro vertientes con tres pares de tirantes decorada con pinturas. La casa está dotada de una pequeña alberca situada en el centro del patio y de un aljibe nazarí con arco de herradura de ladrillo, enmarcado por pilastrillas góticas –una adición de finales del siglo XV– y profusa decoración de azulejos mudéjares.

Remata la vivienda un torreón-mirador, destacando levemente entre el paisaje de casitas circundantes.
    

Hotel Casa Morisca,  era una residencia noble de finales del siglo XV, convertida en hotel en el año 2001, se encuentra en la Cuesta de la Victoria, bocacalle del Paseo de los Tristes.




Casa Morisca “el Corralón”, Siglo XVI. Mudéjar. en la Plaza de San Miguel Bajo.

Casa morisca ubicada en un amplio solar de la antigua Alcazaba Qadima. Aunque sufrió importantes reformas en el siglo XIX, caso de la composición regular de vanos observable en su fachada, ha sido rehabilitada en los años ochenta del pasado siglo. Un zaguán en recodo da paso al patio cuadrado, con alberca central, pórticos en tres de sus frentes y galerías superiores. Destaca la sala superior de la crujía norte, a la que se ingresa por un arco de yesería angrelado, enmarcado por alfiz, con tacas y decoración de ataurique en las enjutas. Si esta sala se cubre con armadura policromada de lima moamares, otra dos, situadas en la crujía este, lo hacen con armaduras de limas bordones.

                                   

Casa árabe del cobertizo de Santa Inés, Siglos XIV-XV. Nazarí
La case árabe del Cobertizo de Santa Inés se ubica en uno de los escasos adarves (callejones sin salida de uso privativo) conservados en Granada. Su fachada principal vuelca hacia este adarve mientras la que da a la carrera del Darro era en época hispanomusulmana la trasera de la vivienda ya que en esta época la carrera del Darro no existía como tal sino que se trataba de las traseras de las edificaciones que daban al río. Sería a principios del siglo XVII cuando se produce la configuración urbana de la carrera del Darro tal y como hoy la conocemos.
La vivienda fue construida en el siglo XIV y hoy día es uno de los mas bellos prototipos de la arquitectura doméstica nazarí.
Dos zaguanes dan entrada a la vivienda que se distribuye entorno a un patio. En su origen la vivienda debió tener una sola planta. Pero en el siglo XV sufrió una radical tranformación, añadiendose una segunda planta a las crujías del lado norte.
En el patio se dispone una alberca rectangular y una fuente octogonal de época cristiana colocada bajo el vano central del pórtico.
La crujía meridional, sin pórtico, está formada por un cenador o sala estival, abierta al patio mediante cinco arcos entre pilares, rectangulares los centrales y cuadrados los extremos. Como afirma Orihuela Uzal, este tipo de sala abierta por múltiples vanos, sin puertas, es única entre la arquitectura doméstica nazarí conservada, guardando algún paralelismo con ejemplares palatinos: las salas de Mocárabes y de los Reyes del Cuarto de los Leones en la Alhambra.
Las reformas del siglo XV, debido a la densificación urbana de la zona o a un uso más intensivo de la casa, afectaron radicalmente a todo el conjunto de la vivienda.
Las reformas posteriores de la casa datan posiblemente, de los primeros años del siglo XVII, cuando se remodeló y abrió modernamente la Carrera Del Darro. También se hizo un aljibe en el extremo más oriental de la crujía externa norte.
Pero las transformaciones más importantes se produjeron a principios del siglo XX las cuales produjeron la mutilación parcial de la casa.

Con la última restauración realizada entre 1983 y 1987 se ha recuperado un importante ejemplo de arquitectura doméstica nazarí.
 

Hotel Palacio de Santa Inés, llamado así por estar cerca del palacio de Santa Inés, es del siglo XVI y se encuentra en la Cuesta de Santa Inés, 9.

Edificio mudéjar del siglo XVI. El hotel está formado por 2 edificios mudéjares y alberga un salón con un techo auténtico de estilo mudéjar construido en 1512.

En el interior tiene un  patio con un pilar, columnas y alicatados. En este espacio se conservan también los frescos renacentistas de Alejandro Mayner y Giulio Romano, discípulos de Rafael.

El Palacio de Santa Inés, o la casa del Padre Eterno, es uno de los principales quinientas casas en el libro "La arquitectura mudéjar de Granada" del Prof. Ignacio Henares Cuéllar y Rafael López Guzmán, donde aparece la armadura de la sala principal y hace referencia a los elementos de interés arquitectónico del palacio, lo que demuestra el interés suscitado por el edificio entre los expertos e historiadores, como exponente de la arquitectura civil de la época.

Hotel Palacio de Santa Inés
a la derecha al fondo se ve el Palacio de Santa Inés
Patio con frescos renacentistas
   
Casa árabe de Zafra, Siglo XIV-XV. Nazarí.

Casa hispanomusulmana que, como otras de la ciudad (Daralhorra, Cuarto Real), ha pervivido al integrarse en un conjunto monástico, el convento de Santa Catalina de Zafra.
Su planta responde a la tipología doméstica de casa patio con alberca, doble pórtico y salas principales en los lados menores. Su evolución evidencia la colmatación urbana del Albaicín en los inicios del siglo XV, cuando se añadió la planta alta, se reformó el pórtico sur, y se colocaron crujías en los lados mayores. Tras la restauración de 1989, se accede por la portada primitiva, ojival, junto a la que existen restos de otra posterior, de época morisca. Son notables los restos de alfarjes policromados y pintura decorativa nazarí conservados en la casa.
Es la sede del Centro de Estudios Históricos de la Ciudad y del Reino de Granada.
Portada de la Casa de Zafra

Patio con la alberca y un pórtico
           
            Patio con la alberca y otro pórtico










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